Tulipanes y ¿radicalización?: Análisis del voto en los Países Bajos

Nicolás Fuster
5 min readNov 23, 2023

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Ayer, los populistas de derecha radical consiguieron el primer lugar en las elecciones del país naranja. ¿Cuáles son las consecuencias del resultado? ¿Por qué pueden tanto gobernar como quedar afuera del gobierno, aunque hayan salido primeros? ¿Qué dicen los politólogos neerlandeses?

El líder Geert Wilders, en campaña (© Patricia de Melo/AFP/Getty Images)

El miércoles 22, los neerlandeses votaron en las elecciones generales anticipadas, y el primer lugar fue para el Partido de la Libertad (PVV), del nacionalista Geert Wilders. Los otros partidos relevantes en la actual escena son el Partido de la Libertad y la Democracia (VVD), Nuevo Contrato Social (NSC), ambos de centro derecha; la coalición de Izquierda Verde (GL) y el Partido Laborista (PvdA),; y el partido liberal progresista y europeísta Demócratas 66 (D66).

Los Países Bajos tienen un cuadro político muy fragmentado, compuesto por numerosos partidos, lo que sistemáticamente produce gobiernos amplios, formados por tres, cuatro o cinco partidos, que tendencialmente dejan los extremos al margen.

Por otra parte, las elecciones neerlandesas tienen una gran volatilidad: los cinco partidos principales vieron una modificación de entre 1/3 y 1/2 de su voto respecto a 2021. Y en estas elecciones votó casi el 80% del electorado, un número considerable para un país en el que el voto es opcional.

El gobierno saliente, el cuarto liderado por Mark Rutte (VVD, quien anunció que dejaría la política), que está compuesto además por D66 y los cristiano-demócratas, cayó por un desacuerdo respecto de la gestión de la inmigración: VVD buscaba más restricciones, pero sus socios sostenían políticas de integración.

Wilders, la noche de la victoria, en su bunker (Peter Dejong/AP)
Mark Rutte, Primer Ministro saliente, actualmente líder democrático más tiempo al frente de un gobierno de un Estado Miembro de la UE (Alastair Grant/AP/SIPA)

QUIÉN ES GEERT WILDERS
Lejos de ser un recién llegado, Wilders (60) -un hombre delgado, alto y con un peinado característico, como varios otros populistas de ultraderecha-, entró al Parlamento en 1998, y en poco tiempo será el diputado que lleva más tiempo en su banca. Si bien había comenzado en las filas del VVD, sus posiciones racistas, islamófobas, contrarias a la Unión Europea, su lenguaje agresivo (“los marroquíes son una porquería”; “los periodistas, salvo excepciones, son escoria”) hicieron que abandonara el partido para formar uno personal, PVV, en 2006. En el Parlamento europeo, PVV forma parte de ID, el grupo de Matteo Salvini y Marine Le Pen y, al igual que ellos, se identifica con Trump y no condena la invasión de Putin a Ucrania.

Después de años de estar en minoría y sin chances de incidir en el gobierno o en la formación de leyes, ayer PVV consiguió poco más del 23%, un porcentaje altísimo para en los Países Bajos, que equivalen a 37 diputados de un total de 150.

Wilders en la Tweede Kamer (“Segunda Cámara”), sede del Parlamento neerlandés (ANP)

QUÉ PASA EN LOS OTROS PARTIDOS
Por su parte, con la salida de Rutte VVD tiene una nueva líder, Dilan Yeşilgöz-Zegerius, nacida en Turquía, actualmente Ministra de Justicia y Seguridad. El otro líder de centro derecha es el popular Pieter Omtzigt, quien luego de años en un partido católico (CDA), en agosto de este año fundó un nuevo partito, NSC, que define “de centro”.

Dilan Yeşilgöz-Zegerius, líder de VVD (NRC)
Pieter Omtzigt, quien al crear su nuevo partido había dicho que no quería ser PM (ANP)

Del otro lado, la coalición de GL y PdvA, que obtuvo casi el 16%, llevó como líder a Frans Timmermans, ex diplomático, hasta hace muy poco Vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde Europeo, quien dejara su lugar en las instituciones para liderar la coalición. Si bien Timmermans es una figura muy importante, en especial en temas ambientales, no consiguió imponerse en estas elecciones. Y finalmente el liberal-progresista D66, que luego de la salida de su líder y Ministra de Economía, Sigrid Kaag, consiguió 9 diputados y perdió la mitad de los votos respecto a la elección anterior.

Frans Timmermans, entonces Comisario europeo (ANP / EPA)
Rob Jetten, líder de D66 y actual Ministro de Energía (ANP)

El profesor Cas Mudde explica que «La primera y principal lección … es que si vos basás tu campaña en temas de la ultraderecha, como el “problema” de la inmigración, la ultraderecha gana. Si la elección gira en torno a las condiciones de la ultraderecha para gobernar, la ultraderecha gana. En la última semana de campaña, vimos cómo artículo tras artículo se describía el tono “suave” de Wilders. Pero Wilders enfatizó varias veces que no había moderado sus posiciones extremas sobre la inmigración o el Islam, sino que por el momento había “problemas mayores” que limitar la inmigración”.

Si bien Yeşilgöz-Zegerius se expresó contra las posiciones de Wilders, particularmente en la relación con la UE, pero también en temas ambientales y en su discurso agresivo, no fue clara respecto a si mantendría el cordón sanitario que la mayoría de los partidos neerlandeses aplicó, al menos hasta ahora, para aislar al PVV. Además, VVD perdió el gobierno y parte del consenso precisamente en temas relacionados con la inmigración, el principal punto de Wilders. Y tampoco Pieter Omtzigt descartó expresamente participar de un gobierno con PVV.

Yeşilgöz-Zegerius y Wilders en la Tweede Kamer (ANP)

Según el sociólogo Hein de Haas, de la Universidad de Ámsterdam, «El partido líder, VVD, perdió el gobierno por temas de asilo de refugiados, y centró su campaña entera en la inmigración. Esta estrategia tuvo el efecto contrario y terminó legitimando a Wilders, llevándolo a la victoria. Como dijo Jean-Marie Le Pen, “la gente vota al original, no a la copia”».

La politóloga Willemijn Krans precisa que «VVD había dicho explícitamente que les gustaría gobernar con PVV, lo que ayudó a mostrar a PVV como un partido mainstream. Pocos días antes de las elecciones, VVD cambió su discurso, y ya no quería tener a Wilders como primer ministro. Pero ya era demasiado tarde

La llave del nuevo gobierno está en manos de VVD y NSC: ¿llevar por primera vez a un soberanista filoputiniano a Torentje, sede del gobierno, o buscar puntos en común con los partidos de izquierda?

Es la centro derecha la que debe decidir si abrirle la puerta del gobierno a la derecha radical, siguiendo el trend de sus partidos equivalentes en el Reino Unido, España, Italia, pero también Estados Unidos y Argentina, o si mantener la la tradición neerlandesa de la apertura, el centro y la tolerancia.

Binnenhoff, La Haya: el complejo del poder en Países Bajos (Bart van Vliet)

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Nicolás Fuster

#Politics #IR #LiberalDemocracy | Coordinatore Italia Viva Sudamerica | BA Sapienza, MSc at UvA | Escribo sobre #política y #RelacionesInternacionales